Los y las jóvenes socialistas denuncian el ataque que, una vez más, el Fondo Monetario Internacional (FMI) hace contra la juventud española y sus salarios, por considerarlos demasiado elevados.
Juventudes Socialistas se muestra indignada por las declaraciones de la directora del FMI, Christine Lagarde, a pesar del más 50% de paro juvenil español, el salario mínimo en 645,30€ y unos derechos laborales casi inexistentes.
Euskadi, 16 de julio de 2014
Juventudes Socialistas se ha mostrado preocupada hoy, ante las declaraciones realizadas por Christine Lagarde, directora del FMI, sobre la necesidad de bajar el salario mínimo interprofesional (SMI) en la juventud española para facilitar su inserción laboral.
Los y las jóvenes socialistas, aseguran que se debe paliar el desempleo juvenil que castiga a miles de jóvenes en nuestro país y que les hace irse fuera de nuestras fronteras en busca de oportunidades y que la receta, evidentemente, no es discriminar con una bajada de salario a los menores de 35 años.
En opinión de Juventudes Socialistas, “esta propuesta se suma a las actuaciones de nuestro Gobierno en materia de empleo joven, como la aplicación de la Garantía Juvenil. El procedimiento actúa en paralelo a los Servicios Públicos de Empleo, a favor de agencias de colocación y ETT, olvidando a los autónomos y aniquilando la orientación laboral”.
Los y las jóvenes socialistas añaden, “en la Garantía Juvenil se actúa en detrimento de las Comunidades Autónomas, sumándole requisitos que puedan imponer administraciones de ámbito privado y fomentando la contratación indefinida, discontinua y a tiempo parcial”. Y sentencian, “una vez más, la propuesta que recibimos para acabar con esta lacra pasa por el aro de la precariedad y la falta de formación complementaria intentando tapar la realidad, que es una reducción de más del 50% en políticas activas de empleo desde que están en el Gobierno”.
Concluyen, “los y las jóvenes merecen el mismo derecho que el resto de trabajadores y trabajadoras, es indignante solucionar su desempleo con medidas tan vejatorias. Nuestro Gobierno y el FMI deberían estar aplicando soluciones orientadas a la reducción de sueldos de los directivos y la mejora de las condiciones laborales de la clase trabajadora en lugar de este guiño, uno más, a las grandes empresas”.