Las Juventudes Socialistas de Euskadi interpretamos el resultado de las elecciones generales no solo como algo meramente formal. Creemos que este resultado es también simbólico, un reflejo de la voluntad popular. Nos explicamos. Para nosotros/as no solamente supone un cambio hacia un Congreso de los Diputados más fraccionado y con una mayor pluralidad de fuerzas políticas, lo interpretamos también como un mandato de la ciudadanía para que quienes representan a los y las ciudadanos/as se sienten a hablar y a buscar el entendimiento entre diferentes. Así lo interpretamos y creemos que es algo positivo que nos hará ganar como país en calidad democrática, aunque a la vez eso suponga una gobernabilidad más compleja. Toca por tanto dialogar más que nunca, siempre con altura de miras y con responsabilidad.

 

Respecto a la oferta que Podemos ha realizado al PSOE, vemos con buenos ojos la formación de un gobierno de izquierdas y esperamos que en estos días se siga trabajando intensamente en conseguir ese objetivo. Creemos que es deber de los y las socialistas intentar formar un gobierno. Al fin y al cabo Rajoy ha dejado pasar su turno por una mezcla de irresponsabilidad, de miedo o cobardía y por estrategia, ya que su esperanza es dejar fuera de juego a Pedro Sánchez e ir a un escenario de nuevas elecciones.

 

Trabajamos por tanto en formar un gobierno progresista que sirva al interés general de la ciudadanía. Ahora bien, el pacto no es a cualquier precio. No nos gusta que un líder con tintes cesarísticos venga a imponer todas sus condiciones y que además estas sean relativas a qué sillas ocupar. Si realmente Pablo Iglesias está interesado en formar gobierno, la negociación tiene que tener como base la POLITICA, no los sillones: la lucha contra la corrupción, medidas para acabar con el paro de este país, la derogación de leyes como la Ley Wert, la reforma laboral, la ley mordaza; un gran pacto de estado en temas como la lucha contra la violencia machista o en la educación… en fin, son solo alguna de nuestras líneas rojas a las que no renunciamos y en las que debemos ponernos de acuerdo con Podemos y demás fuerzas políticas si queremos que el pacto sea viable. Si Pedro Sánchez se presenta y no cuenta con el apoyo de Podemos, será Pablo Iglesias el que tenga que explicar a la ciudadanía por qué ha dicho no a un gobierno progresista solo en base a no tener todos los sillones que él quería conseguir. Dicho esto, tenemos esperanza en que el entendimiento sea posible ya que esto sería positivo para España y como dijo el propio Secretario General del PSOE “ni los votantes del PSOE ni los votantes de Podemos entenderían que no se alcance un acuerdo”.

 

Por último, centrándonos en Euskadi, pronto tendremos elecciones autonómicas. Tenemos una larga tradición y experiencia gobernar en base al diálogo y al acuerdo debido a la gran pluralidad política de esta tierra. Por eso no vemos que el escenario que se aproxima vaya a sorprendernos en exceso ni a hacer que las cosas sean más complicadas. El PSE-EE concurrirá a las elecciones autonómicas como una alternativa de gobierno al PNV. Porque sí bien les hemos apoyado en acuerdos por responsabilidad y porque hemos conseguido de esta manera incrementar las partidas de gasto social del Gobierno Vasco,  no significa que no tengamos un proyecto político propio. El nuestro es un proyecto progresista que pretende hacer de Euskadi un lugar mejor socialmente y un lugar en el que todos y todas tengamos cabida.

 

Llegado el momento también tocará sentarse a hablar y a negociar. Desde las JSE-Egaz sabemos que la actitud será igual de acertada que en el caso de las elecciones generales. Siempre dialogantes y siempre siendo fieles a nuestro programa político de izquierdas. Lo demostramos en el gobierno de Patxi López, cuya actitud y trayectoria ha sido recompensada recientemente con la presidencia del Congreso de los Diputados. Lo estamos demostrando ahora con nuestra Secretaria General Idoia Mendia y su papel ejemplar en el parlamento vasco, logrando llegar acuerdos que benefician al país (por poner un ejemplo, ahí queda la ley de vivienda elaborada por nuestro partido o nuestro papel en la negociación de los presupuestos incrementando el gasto social).

 

Y por supuesto, dejando claro que uno de nuestros límites es ser críticos con quienes quieran jugar a la baza identitaria descuidando lo social, lo que realmente importa. En definitiva, señalando con el dedo a quienes quieran sacar rédito electoral tratando de crear división y restar en lugar de sumar.

 

Endika Tapia

S° Política Institucional y Pol. Internacional