Las Juventudes Socialistas de Euskadi se muestran a través de este comunicado profundamente preocupadas por los hechos que están ocurriendo en Cataluña y que están llevando a la sociedad catalana a un punto insostenible.

 

En vísperas del simulacro de referéndum de por la independencia de Cataluña que la Generalitat pretende llevar a cabo el próximo domingo, JSE-Egaz quiere alertar sobre la degradación de la cohesión social y calidad democrática en esa comunidad. El llamado ‘proceso soberanista’ está certificando de facto la división de la comunidad en dos mitades sociales, que viven en universos políticos diferenciados y que en ocasiones ni siquiera se reconocen como conciudadanos. Una fractura social que desgraciadamente tardará años en cicatrizar, y que nosotros seguimos creyendo que se debe resolver a través de un nuevo pacto constitucional entre diferentes.

 

En 2012 los partidos nacionalistas iniciaron un proceso secesionista que busca llegar a  constituir un nuevo Estado en Cataluña, en base a un supuesto derecho originario de la sociedad catalana a decidir la independencia de forma unilateral. Así, las últimas elecciones de septiembre de 2015, planteadas como un ‘plebiscito’ por las fuerzas soberanistas para calibrar el apoyo popular a la secesión, mostró que el 48% de los votos conseguidos no constituían ni una mayoría ni un mandato inequívoco a favor de la independencia. Ya en 2016, JSE-Egaz denuncio el rumbo y los riesgos del proyecto político de la Generalitat de Cataluña, pidiendo abrir una vía de dialogo que alumbrase un nuevo pacto de convivencia. Lamentablemente, los peores augurios que se contemplaban entonces se están haciendo realidad.

 

A pesar de ello, las fuerzas nacionalistas, lejos de entender el resultado del ‘plebiscito’, manipularon la realidad y decidieron seguir con su proceso soberanista a través de una vía unilateral e ilegal. La bochornosa sesión parlamentaria del pasado 6 de septiembre (en la que un Parlament de Cataluña semivacío aprobó las bases de un proyecto constituyente en contra del reglamento de la cámara, del Estatuto y de los autos del Tribunal Constitucional) muestra que el llamado ‘proceso soberanista’ transita ya por vías explícitamente antidemocráticas. De un golpe los secesionistas han pretendido derogar el pacto de convivencia que representa el Estatuto; y lo han hecho conculcando los derechos a los grupos no independentistas, sin transparencia, sin tiempo para presentar enmiendas, sin capacidad de pedir informes, con nocturnidad y alevosía.

 

Pero es incluso más preocupante el carácter totalitario del proyecto secesionista plasmado en la ‘Ley de Transitoriedad’. Se impone por tiempo indefinido a través de vías antidemocráticas un sistema sin derechos sociales, con un control absoluto sobre la justicia y con múltiples lagunas jurídicas. Y se hace impulsando desde el poder el acoso a alcaldes del PSC y a ediles de fuerzas que se oponen a la independencia; todo esto mediante señalamientos, pintadas y atosigamiento constante. Se intenta, por la vía de los hechos, establecer una falsa dicotomía entre legalidad y democracia, en la que la Generalitat decide a su antojo la norma por la que se rige y abre un peligroso camino hacia la arbitrariedad y la inseguridad para los ciudadanos catalanes.

 

Actuar al margen de la ley tiene sus consecuencias. Así, desde nuestra organización queremos manifestar respeto por la independencia del poder judicial y por sus decisiones y actuaciones.   

 

En JSE-Egaz, que hemos dedicado todo nuestro tiempo a conseguir una convivencia en paz en Euskadi, veíamos a Cataluña como el prototipo de sociedad cohesionada a pesar de sus diferencias, integrada en el conjunto de España pero a su vez consciente de sus singularidades. Ello mientras el País Vasco se caracterizaba por la división entre nacionalistas y no nacionalistas con la macabra presencia de terrorismo de ETA. Nosotros y nosotras estamos en pleno proceso construcción de la convivencia entre todas las culturas políticas, por eso nos apena ver cómo se da el proceso inverso en Cataluña. Ya nada queda de esa corriente transversal, llamada catalanismo, que aunaba desde la izquierda progresista hasta el nacionalismo tradicional. No queremos, y no podemos, aceptar que lo que siempre rechazamos y lo que siempre quisimos dejar atrás en Euskadi se vaya a certificar en Cataluña; ya que eso también significaría aceptar que la cohesión social en Euskadi puede volver a lo que conseguimos superar.

 

En JSE-Egaz hemos sido claros desde el primer momento: queremos transformar España en un Estado Federal a través de la negociación y el acuerdo entre todos. Lamentablemente, estos años se han perdido por el inmovilismo del Gobierno Central del PP quien es responsable de tensionar la cuerda en la sociedad catalana y ampliar la llama de quienes, lejos de ser independentistas, creen que España no tiene un buen trato para con Cataluña.

 

Hacemos un llamamiento a que todos abandonen trincheras y muestren una actitud favorable al consenso en la nueva etapa que se abre a partir del 1 de Octubre. Si los líderes de España y de Cataluña son capaces de dialogar, negociar, acordar y proponer una ratificación, la propia sociedad catalana volverá a estar cómoda en el pacto de convivencia. Las fuerzas políticas vascas tienen también que hacer también un esfuerzo de intermediación; los socialistas, desde el gobierno, somos ejemplo de la importancia de trabajar y acordar entre diferentes para lograr una sociedad cohesionada.

 

Ante esta situación, las Juventudes Socialistas de Euskadi hacemos las siguientes consideraciones:

1-     Condenamos y rechazamos las amenazas, las presiones y los ataques que han sufrido los alcaldes socialistas en Cataluña, así como nuestros compañeros/as por pensar de forma diferente.

2-     Apoyamos una salida política basada en el diálogo, la negociación y el pacto que supere la crisis catalana. En ese sentido pedimos al Gobierno de Cataluña que renuncie a la organización de un referéndum ilegal y que tras esto, inicie un proceso de diálogo y negociación con los partidos políticos catalanes y españoles. Del mismo modo, pedimos al Gobierno de España que dé una respuesta política a un problema político, que deje el inmovilismo que ha realizado durante estos años y retome la senda del diálogo y la negociación.

3-     Apostamos por un cambio constitucional en clave federal a través de la negociación y el acuerdo de todos los agentes políticos y sociales.

 

En estos momentos, hacemos un llamamiento a todos los jóvenes progresista para que alcen la voz por la convivencia. Somos la generación más preparada de la historia, la generación más viajada de la historia y también la generación más global de la historia. Creemos en la libertad, en la tolerancia, en la pluralidad y en el respeto a la identidad de cada persona; pero sobre todo creemos en la capacidad de que personas diferentes pueden compartir espacio en común a pesar de sus diferencias.

 

Seguimos pensando que el futuro para los jóvenes está en aprender a convivir juntos compartiendo nuestras diferencias; en Euskadi, en Cataluña y en todo el mundo.