Comunicado sobre los recientes eventos en Palestina e Israel.
Bilbao, 20 de mayo de 2021
El conflicto entre Palestina e Israel tiene ya casi un siglo de antigüedad. A la fallida retirada colonial del Imperio Británico le siguió una propuesta de partición fallida por parte de la ONU en el año 1947, que no consiguió resolver el conflicto. Esta resolución fue rechazada y considerada injusta por parte de los árabes y aceptada por los judíos. A la misma le siguió la primera guerra árabe-israelí, la cual ganó Israel, calmando temporalmente los deseos de guerra árabes y estableciéndose en el territorio designado por la ONU para ello. Años más tarde, Israel atacó a sus vecinos en la Guerra de los Seis Días de 1967, ocupando en contra de lo establecido en la Convención de Ginebra los territorios palestinos y los Altos del Golán. La situación se mantiene apenas sin alteración en la actualidad y tras casi un siglo y cientos de resoluciones de la ONU el conflicto sigue lejos de estar resuelto.
Es en este contexto histórico en el que se enmarcan los recientes ataques. Durante el mes sagrado musulmán del Ramadán, la policía israelí ha acosado y atacado a devotos musulmanes en medio de las oraciones en el interior de la mezquita de Al-Aqsa, la tercera más sagrada del Islam, durante el 10 de mayo de 2021. Además, estos hechos coinciden con la celebración del llamado «Día de Jerusalén», una fiesta que conmemora la anexión ilegal por parte del Estado de Israel de la parte oriental de la ciudad de Jerusalén. La doble coincidencia de celebraciones en la ciudad santa aumentó aún más la crispación entre las comunidades del lugar. Del mismo modo, las fuerzas israelíes también amenazaron con desalojar a decenas de familias palestinas de sus hogares en el barrio de Sheikh Jarrah, en el Jerusalén Oriental ocupado, así como con llevar a cabo la ocupación y la anexión ilegal de partes del territorio de Cisjordania.
La escalada de tensión siguió en aumento con el lanzamiento de cohetes por parte de Hamás hacia varias localidades de Israel como símbolo de protesta por el ataque en la mezquita de Al-Aqsa. Este hecho causó que el ejército israelí bombardeara la franja de Gaza posteriormente.
En los últimos días, los ataques del ejército israelí contra Gaza han matado a decenas de palestinos, entre ellos niños, y han herido a cientos de personas. También ciudadanos israelíes han muerto en ataques con cohetes por parte de Hamás. Además, se ha producido la destrucción de un edificio de la prensa internacional y el bloqueo del acceso de periodistas a Gaza por parte de las fuerzas israelíes.
Ante esta vulneración de los derechos humanos de los habitantes de Palestina e Israel, como socialistas no podemos quedarnos callados/as. Además, como organización internacionalista que somos, nos preocupa que estas cuestiones no se traten desde la arena europea y española como una cuestión de primer orden.
Por todo lo expuesto, la Comisión Ejecutiva Nacional de Juventudes Socialistas de Euskadi quiere comunicar lo siguiente:
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Condenamos todo inicio de acción violenta pasada por ambas partes. Entendemos por acción violenta la ocupación de territorio perteneciente a otra nación soberana, la creación de asentamientos ilegales en contra del Derecho Internacional Humanitario, cualquier otra acción violencia estatal o violencia por parte de grupos terroristas que pueda haber tenido cabida.
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Lamentamos el coste en vidas humanas que este conflicto ha supuesto a los palestinos, israelíes y demás personas y estados que han participado en el conflicto.
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Lamentamos que el Estado israelí se aproveche de sus alianzas internacionales para vulnerar reiteradamente y con impunidad los derechos humanos de la población palestina.
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Manifestamos nuestro apoyo y aplaudimos las resoluciones ya adoptadas por la ONU, tales como:
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La Resolución 67/19 de la Asamblea General admitiendo a Palestina como Estado Observador de la Organización.
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La Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas estableciendo los asentamientos israelíes en Palestina como ilegales.
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La Resolución 478 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, relativa a la anexión de Jerusalén oriental por parte del Estado de Israel.
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Reiteramos que la solución es el reconocimiento de dos estados separados para los actores del conflicto, sin discriminación en materia de raza, religión, o número de años vividos en el área. Siendo estos estados creados en consenso por ambos participantes de tal manera que el futuro de estos sea estable, próspero y duradero.
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Llamamos al reconocimiento, por parte de todos los Estados, del Estado de Palestina y de Israel, con miras a solucionar el conflicto de la manera más equitativa posible.
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Nos sumamos a las recientes declaraciones del Secretario General de la ONU exigiendo a las fuerzas de seguridad israelíes que ejerzan la máxima moderación y calibrar su uso de la fuerza. También declaramos que el lanzamiento indiscriminado de cohetes y morteros hacia centros de población israelíes es inaceptable.
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Por último, expresamos nuestra solidaridad y apoyo a las poblaciones civiles de Palestina e Israel que no tienen responsabilidad directa de la violencia llevada a cabo por Hamás y el ejército israelí y sufren las consecuencias directas de la misma.