El 12 de mayo de 1820 nació Florence Nightingale una enfermera que es considerada la madre de la Enfermería Moderna. En 1859 publicó su famoso libro “Notas sobre Enfermería, qué es y qué no es” y en sus escritos defendía que “la enfermería no se basa únicamente en administrar medicamentos y aplicar cataplasmas sino que tiene un cuerpo de conocimiento propio distinto al de medicina y que requiere de sujetos aptos e inteligentes a los cuales hay que remunerar por la calidad de sus servicios”. Por este motivo, el Consejo Internacional de Enfermería ha celebrado este día como Día internacional de la Enfermería desde 1965.

Actualmente, de acuerdo al Real Decreto aprobado por el Ministerio de Sanidad, las funciones de la profesión de enfermería son: prestar servicios sanitarios a individuos, familias y comunidades en todas las etapas de la vida, la atención primaria a las personas enfermas -ya sea de forma individual o como parte de un equipo-, la educación y la promoción de la salud para la prevención de enfermedades.

Según el Secretario General de JSE-Egaz Victor Trimiño “durante esta pandemia el personal de enfermería tanto en Euskadi como España ha jugado un papel fundamental en los distintos niveles asistenciales. Sin embargo, no debemos olvidar que hoy en día tenemos retos sanitarios muy importantes como el aumento de la cronicidad o la pandemia “silenciosa” de problemas de salud mental y debemos pedir a las instituciones vascas y españolas que ayuden al personal de enfermería para afrontar estos desafíos. Por ello, desde JSE-Egaz ponemos en valor el papel fundamental del personal de enfermería en esta pandemia y pedimos a las instituciones que se impliquen ante los futuros retos sanitarios.”

Según el Secretario de Transición Ecológica, Movimientos Sociales y Sanidad, Diego Ochoa de Aspuru, “tras estabilizarse la pandemia del Sars-Cov-2 es fundamental poner el foco en la necesidad de reforzar la Atención Primaria en la que el personal de enfermería juega un papel clave trabajando los 3 niveles de prevención reconocidos por la OMS y fomentando la promoción de la salud para empoderar a los pacientes en la gestión de su propia salud. Si conseguimos estos objetivos, disminuirá notablemente la incidencia de enfermedades crónicas como la Insuficiencia cardiaca, la HTA o los distintos tipos de Diabetes y nuestros sistemas sanitarios y personal de enfermería tanto en Euskadi como en España estarán mucho más preparados y menos saturados para afrontar futuras pandemias”.