En JSE-Egaz Ramón Rubial comenzamos un viaje a Irlanda organizado por Lokarri, junto con jóvenes de otras organizaciones polí­ticas como Alternatiba, Gazte Independentistak, Gazte Abertzaleak, Iratzarri, EGI, y representantes del EGK, con el objetivo de conocer experiencias de la sociedad norirlandesa relacionadas con la reconciliación social y el diálogo.

 

En primer lugar, más allá del viaje en concreto, queremos destacar el aspecto positivo que tiene el hecho de que jóvenes de diferentes organizaciones polí­ticas, tan separadas habitualmente en el escenario píºblico, compartan una experiencia juntos. Animamos a que en el futuro busquemos más espacios que podamos compartir.

 

Animamos del mismo modo, a quienes todaví­a no han dado el paso de acercarse a este tipo de escenarios comunes, a que lo hagan, puesto que para construir la Euskadi que todos queremos, en paz, en libertad y en convivencia, somos necesarios todos y todas.

 

Cualquier conflicto violento de nuestra historia reciente  (Irlanda, Balcanes, PalestinaÂ… ) es diferente en su forma, en sus causas y en sus consecuencias. Sin embargo, todos tienen algo en comíºn: el daí±o causado, el odio generado, y la necesidad de reconciliación. Es sobre esa experiencia indudable que ha vivido Irlanda, por mucho que el terrorismo que han padecido no se parezca ni un ápice al vivido en Euskadi, sobre la que creemos que podemos aprender algo. Y es esa la razón por la que nos sumamos al viaje.

 

Porque es indudable, que durante aí±os, hemos vivido el terror. Hemos vivido cómo unas personas mataban simplemente por pensar diferente, mientras algunas personas, aprovechaban además, para sembrar el odio en el discurso y el relato y separarnos a los vascos unos de otros.

 

Despuí©s de tantos aí±os de terrorismo, todo ese daí±o, todo ese odio generado, tanto por parte de quienes sufrí­an la violencia como el odio de quienes la practicaban, necesita, en este nuevo tiempo que parece que puede ser sin ETA, del consejo de experiencias similares.

 

Porque el objetivo principal es indudablemente la memoria. Pero la reconciliación social, como proyecto vital de paí­s y de convivencia, es algo que más pronto que tarde, tendremos que abordar  los vascos y las vascas. Y si somos los jóvenes los que tomamos la delantera, mucho mejor, porque por suerte, somos la íºltima generación que habrá vivido el terrorismo en Euskadi, y en nuestra mano estará, el mantener la memoria por un lado, para que la historia no se repita, pero el trabajar por la reconciliación de una sociedad que en demasiadas ocasiones ha estado separada.