Desde JSE-Egaz Ramón Rubial queremos unirnos en el dí­a Europeo de las Ví­ctimas de Terrorismo a todos aquellos actos de conmemoración y recuerdo.

Nuestra organización conoce muy de cerca el dolor causado por el sin sentido terrorista. Por eso, queremos condenar con mayor fuerza si cabe los actos de grupos violentos que van en contra de toda razón y desprecian la vida humana. Los terroristas demuestran con su actividad su falta de valores, no hacen falta calificativos.

En este dí­a queremos tener presentes a las miles de ví­ctimas del terrorismo. En Espaí±a especialmente a los 192 muertos y miles de afectados  del 11-M además de a las cientos de ví­ctimas de otras bandas terroristas. Pero en Euskadi, la tierra que nos ha tocado defender, queremos recordar muy especialmente a las ví­ctimas de ETA, a todas ellas. Murieron por defender la libertad y la convivencia entre diferentes, y muchos de ellos eran compaí±eros y amigos.

Desgraciadamente el terrorismo ha tenido hasta ahora una presencia permanente entre nosotros/as. Desde sus acciones más violentas, el asesinato, hasta esa influencia más silenciosa del miedo que se ejerce en la libertad de los/as ciudadanos/as.

Tambií©n queremos recordar sin rasgarnos las vestiduras y como sí­ntoma de convivencia que ahora empieza, a todas las ví­ctimas que ocasionaron las actuaciones ilegales y antidemocráticas que en nombre del Estado perpetraron grupos como el GAL, GRAPO, Batallón Vasco-Espaí±ol, AAA etc… í‰stas actuaciones no hací­an más que debilitar los argumentos de los demócratas. Por eso es de justicia reconocer y repudiar estas prácticas  para así­ legitimar nuestro sistema democrático.

Al mismo tiempo tambií©n querrí­amos recordar a todos/as aquellos/as ciudadanos/as que bajo la coacción terrorista y su entorno social han sabido mantenerse y alzarse. Y no sólo refirií©ndonos a concejales, sindicalistas, periodistas, jueces, profesores/as etc… sino a todo aquí©l ciudadano/a que de manera callada y anónima ha estado presente.

Por íºltimo queremos decir bien alto que la memoria y reconocimiento de las ví­ctimas son absolutamente necesarios para no cometer los mismos errores. Para aprender del pasado y construir un futuro con memoria y con deslegitimación social del terrorismo.